Hay un dicho que dice: “El que no trabaja, que tampoco coma”. Igualmente si trabajamos y no cobramos, tampoco tendremos para comer, sobre todo si el trabajo freelance es nuestra única fuente de ingresos. A pesar de esto, en el mundo actual a muchas personas este hecho se les escapa. Hasta ven como malos ojos a las personas que cobran. En este tipo de negocio nos toparemos con toda clase de problemas y dificultades al momento de cobrar por nuestro talento. Hay que tener mucho cuidado con aquellos clientes con quién tenemos una relación de amistad, pues a veces nos quedan mal o nos pide rebaja cuando entregamos el proyecto listo. Pronto aprenderemos como y cuanto cobrar por nuestros trabajos. Acuérdese siempre que el trabajo freelance también vale, ¡así que a cobrar!
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